Se hizo un silencio algo incomodo, por lo menos para mi. La mire a los ojos, pero no veía nada. Me estaba poniendo nerviosa, si no me decía algo estallaría, pero antes de que yo estallara ella estallo en risas.
-Jaja, ¿vas de coña, no? Venga enserio, que me tenias que decir.
-Hablo enserio Cass, creo que nunca, había hablado tan enserio.
-Venga ya ¿Me estas diciendo que eres un vampiro? ¿Y donde están los comillos? ¿Y por que estas en la luz del sol? ¿Y como es que comes comida normal?
- Bueno creo que no soy Drácula exactamente, pero si un vampiro o como quieras decirlo. Necesito sangre para sobrevivir. Ahora tengo que ir todos los días de caza, por que el cambio esta evolucionando, pero mientras tenga instintos humanos también necesito comida para alimentarme. Lo del sol no se muy bien como funciona, pero si se que no me afecta para nada.
- Vale, bien ¿Esperas que me lo crea? – En realidad no, pero había planeado cogerla y llevarla asta su casa corriendo, ya que mi velocidad de vampiro, era algo sobrenatural, haber si así se lo creía.
-No por eso e planeado esto.- La cogí y en menos de un minuto estábamos en su casa. Me asegure de que nadie nos viera, si no hubiera tenido un grave problema.
Su cara era de sorpresa. No se esperaba para nada aquello. No quería decir nada y dejarla asimilar lo que acababa de pasar. Pasaron 5 largos minutos hasta que dejo algo.
-Solo una pregunta ¿Bebes sangre humana?- Me alegraba que no saliera corriendo, eso quería decir, que por el momento, no le daba miedo. Mi cara se vio cubierta por una gran sonrisa.
-No, yo no. Solo los de ojos rojos lo hacen. O al menos eso creo.-Se lanzo a mí y me dio un abrazo que me lleno de alegría.
-Me alegro mucho de que compartas este secreto conmigo.
-Eres mi mejor amiga ¿Cono no iba a hacerlo?
- Pero espera, ¿Quiénes son esos ojos rojos?
-Por decirlo de alguna manera son los malos. Lucas y Caleb están para protegerme de ellos, mientras yo este aquí.
- ¿Ellos también son vampiros?
-Si. Los de los ojos rojos ya han intentado atacarme dos veces, pero no lo han conseguido.
-¿Qué quieren de ti?
-Mis poderes. Soy la princesa de los vampiros y como mis padres son los mas poderosos creen que yo también lo soy y como se quieren apoderar del reino y ser como son ellos.
- ¿Qué quieres decir con poderes?
-Pues las habilidades o dones que tenemos. No todos las tenemos. No todos los vampiros tienen una. Por norma aparecen cuando eres vampiro completo, pero la mía es tan poderosa que puedo utilizarla ahora.
- ¿Y cual es?
-Hacer lo que deseo.
- Vaya eso es genial. Eres como el genio de Aladìn.
-Bueno no exactamente. No voy por ahí concediéndole tres deseos a la gente.- Las dos nos echamos a reír. Subimos a su casa, merendamos y estuvimos hablando, bueno mas bien ella estuvo preguntándome todo lo que quería saber y yo se lo respondí.
-¿Por que has decidido contarme esto ahora?- Nos quedamos calladas un rato.
-¿Y bien?- Insistió.
-Bueno como te he dicho los vampiros pasan por un cambio. Yo siento que el mío esta a la vuelta de la esquina. La cuestión es que en cuanto el cambio se produzca yo tendré que marcharme a mi pueblo.
-¡¿Qué?! No puedes marcharte eres mi mejor amiga.- Se lanzo a mi abrazándome.
- Yo tampoco quiero pero es mi obligación. Como ya te he dicho soy una princesa- Dije con la cabeza gacha y los ojos inundados en lagrimas que acechaban con salir de mis ojos.
-Te echare mucho de menos- Dijo llorando. Las dos estábamos llorando, por suerte no había nadie en su casa, si no pensarían que estábamos locas.
De pronto Pablo apareció en la ventana mirándonos. Cass pego un chillido y se puso detrás mia.
-Zoey tiene los ojos rojos.- Dijo chillando.
-Tranquila hicimos una apuesta y perdió, ahora es mi esclavo.
-Exacto, pero no estoy a qui por eso. Caleb me a dicho que te lleve a casa. Tu novio esta produciendo el cambio.
-Y ¿Por qué quiere que este? ¿No se supone que caemos en un profundo sueño?
-Si pero el a caído en una profunda pesadilla y no para de repetir tu nombre. No suelen pasar estas cosas pero tiene hasta fiebre, te necesita a su lado, si no puede llegar a morir.- No me lo pensé dos veces, Lucas estaba en peligro y no iba a dejar que le pasara nada.
Me levante rápidamente y me acerque a Pablo para salir por la ventana pero Cass me detuvo.
-Llévame contigo por favor.- Mire a Pablo y este asintió.
-Bien súbete a mi espalda y agárrate bien. Ahora no iremos tan despacio como antes.
-¿Antes ibas despacio?- Pregunto con voz temblorosa mientras se subía a mi espalda.
-Bien un aperitivo…- Comento Pablo. Sentí como Cass se tensaba.
-Como se te ocurra tocarle un pelo te mato.- Le adverti.
-Solo era una broma- Le lance una mirada de advertencia.
-Bien vámonos- Salimos de allí hacia la casa del bosque a una velocidad inimaginable.